El Mayor Grubert es un héroe fuera de lo normal. Se aleja de todo lo que es habitual en el cómic, tanto en sus temáticas, como en su desarrollo gráfico o enfoque.
La frescura conceptual que la obra emana tiene su origen en la libertad con la que fue realizada inicialmente. De alguna forma extraña esa libertad permeó a la amplia y florida fauna de personajes que se nos presentan y al Universo que habitan.
Algunos héroes de papel parecen haber nacido con ‘forcex’, pero, desde luego, este no es el caso. Grubert se ha ido construyendo con tranquilidad, hasta echar a volar cual evanescente pompa de jabón. Al ser una obra absolutamente personal, sin prisas, ni fechas de entrega, su desarrollo fue gradual y por capas.
En el fondo, como trastienda, parece existir una curiosa apuesta de Moebius consigo mismo para cambiar las reglas de lo que ya se ha dicho o hecho en la serie hasta ese momento, y continuar adelante, sin que la coherencia global del relato se vea afectada en lo más mínimo. Lógicamente, el proceso es cada vez más complejo según se va quemando más combustible en la chimenea.
LOS PRECEDENTES DE PILOTE.
Antes de llegar al Mayor Grubert, Jean Giraud (alias Gir y Moebius) había pasado por numerosas experiencias en su desarrollo personal y profesional. Intentaremos resumir brevemente las circunstancias que consideramos más determinantes en la forja del más genuino de los personajes del autor, pues los otros dos que han alcanzado fama mundial (John Difool y Mike Blueberry) no le pertenecen en exclusiva.
El Mayor Grubert no es coetáneo con la estancia de Gir en 'Pilote', así que no nos extenderemos demasiado en esa época. Hay que aclarar previamente, para los que no lo sepan, que 'Pilote’ fue el semanario que aportó en los 60-70 las más altas cotas de novedad y brillantez al cómic europeo, demostrando hasta donde era capaz de llegar en su vertiente gala.
A finales de los 60, Jean Giraud (Gir), llevaba en compañía de Charlier una de las series de más éxito en ‘Pilote’, por supuesto nos referimos a ‘El Teniente Blueberry. Charlier pretendió inicialmente hacerla con Jijé, pero este, desbordado por los encargos, le recomendó a su colaborador más cercano en ese tiempo, que era Gir. Lo que inicialmente fue un problema, al final resultaría un acierto completo.
Arriba, dos páginas en b/n de Gir en 1957. Abajo, una doble página de 'Fort Navajo'. La evolución de Giraud seria imparable.
Gir entonces era muy joven y alternaba su serie del Oeste con algunas leves colaboraciones en revistas satíricas como 'Hara-Kiri', bajo el nombre de Moebius (sin mucho que ver con el Moebius posterior). Despuntaba ya entonces en él, un deseo irrefrenable de innovación en lo gráfico y en lo textual. Paradójicamente, a pesar de su éxito, se veía constreñido como autor en el ‘establecimiento’ de la industria del cómic francés.
ponemos un pequeño ejemplo.
En cuanto a ‘Pilote’, a lo largo de los 60 y con Asterix y Obelix en cabecera, se había convertido en el semanario predilecto de la juventud francesa ‘como Dios manda’, pero las cosas en la redacción no iban del todo bien al finalizar la década. Los niños franceses, que habían crecido con ‘Pilote’ como lectura infantil, ya no eran tan niños y terminaron planteando una enmienda a la totalidad en mayo del 68.
La redacción de `Pilote' no estaba en exceso jerarquizada, pero entre 'la vieja guardia' y los 'jovenes autores' había un abismo, y no solo con el tema de la corbata.
Goscinny ocupaba desde 1963 el cargo de redactor-jefe de la revista y gracias a ello había ido incorporado a numerosos y muy valiosos autores. Cuando, en plena revuelta de la Sorbona, las calles del centro de París habían sido desadoquinadas buscando el mar, la redacción de ‘Pilote’ se reunió en Asamblea en un café del Barrio Latino.
Goscinny, como máximo responsable ejecutivo de la revista, se consideró en la obligación de ir a esa reunión. No pudieron asistir ni Charlier, ni Greg, ni Uderzo (los otros pesos pesados de la vieja guardia) por la huelga de trasporte, y el bueno de René se encontró solo y en una encerrona preparada por los ‘jóvenes airados’ del semanario.
Allí se le plantearon una serie de ‘lindezas’ (en especial protagonizadas por un indignado Gir), como que era un lacayo del editor Dargaud y que infantilizaba premeditadamente a los lectores con su política editorial. En ese momento algo se rompió en el sensible corazón de Goscinny. Después de que un contubernio de los editores franceses le hubieran arrebatado la revista y buena parte de los derechos económicos de ‘Asterix’, aquellos a los que había dado oportunidades de publicación y fama le mordían la mano. ¡Era demasiado para él!
Goscinny fue indudablemente un guionista extraordinario, aunque su talento solo seria apreciado verdaderamente tras su desaparición.
El inigualable guionista no volvió a ser el mismo desde entonces y se centraría cada vez más en sus propios asuntos. En ‘Pilote’, decidió dejar hacer a los dibujantes y eso significaría muchas cosas en un corto periodo de tiempo. Mientras Gir siguió con su brillante carrera en el cómic.
La revista cambio de tonalidad, se dirigió hacia un público más adulto y surgió un ambiente de mayor libertad creativa en su interior. Gir, además de continuar con su teniente (que le daba de comer y muy bien), decidió aprovechar la apertura para experimentar en lo gráfico.
La furia creativa de Moebius no tenia límites en su epoca final de 'Pilote'. Con 'La desviación', Giraud descubrió una mina que explotaria ampliamente en los años siguientes.
Dos historias significarían el precedente de lo que haría posteriormente: con ‘La desviación’ abriría el camino a su estilo más ‘línea clara’ y con ‘¿Es bueno el hombre?’, lo haría a sus experimentos de color con ‘Arzak’ y algunas historias cortas de fantasía.
Dos paginas de 'La desviación' y dos paginas de ¿Es bueno el hombre?, pregunta que, por lo que aparece en el dibujo, solo puede tener una respuesta.
Durante algunos años el semanario siguió adelante gracias a sus nuevos planteamientos, pero todo terminaría explotando a mediados de los 70 con la creación de varias revistas y la emigración de buena parte de los mejores autores lejos de la casa matriz. Nos encontramos en 1975 y esta a punto de surgir el primer hogar estable de nuestro héroe multidimensional.
Doble página gloriosa de 'Arzak'. Su popularidad haría que se editara como poster, a un tamaño considerable.
LOS ORÍGENES DEL MAYOR EN METAL HURLANT.
Entre las distintas alternativas surgidas tras la explosión de ‘Pilote’, la que alcanzaría más reconocimiento y proyección mundial seria ‘Metal Hurlant’ y es aquí donde aparecería el Mayor Grubert (tal como le conocemos hoy en día) y su ‘Garaje Hermético’.
Portada de Moebius para el número 4 de 'Metal Hurlant'.
Jean Pierre Dionnet (redactor-jefe de ‘Metal Hurlant’) rebuscaba incansablemente en los cajones del estudio de Moebius, pues sabia perfectamente que su trabajo era el principal activo con el que contaba la revista. En una de esas búsquedas encontró dos páginas desechadas y le dijo a Moebius que las continuara durante una temporadita.
en una obra monumental.
Aunque el Mayor Grubert era un personaje que ya había aparecido en otras historias de Moebius, su cuerpo definitivo surgiría en la continuación de las páginas reseñadas, que tomarían el nombre de ‘El Garaje Hermético de Jerry Cornelius’ y que iniciarían su publicación en el Nº.- 6 de la revista, cuando esta era todavía trimestral.
Al principio Moebius, embebido en otros muchos proyectos, no le prestaba demasiada atención a la serie, pero poco a poco le fue tomando afecto, intercalando temáticas de una historia anterior aparecida en ‘Metal Hurlant’ (Mayor Fatal) y fragmentos de lecturas de la ‘nueva ola’ de la ciencia ficción inglesa de aquel tiempo (el nombre de Jerry Cornelius provenía de una novela de Michael Moorcock).
Arriba, reseñas que Moebius hacía en 1974 sobre novelas de Ciencia Ficción. Abajo, relato corto con fino sentido del humor, sobre las infidelidades de Malvina al Mayor.
La cosa se fue complicando. Incluso en ocasiones, en su atareada vida de aquellos años, a Moebius se le olvidaba lo que había hecho antes o el motivo por el qué lo había hecho, así que paulatínamente la serie fue cogiendo complejidad y empaque, al intentar su autor ir casando las incongruéncias que él mismo iba generando en la lógica del relato.
Para los curiosos, la versión de como surgió el Mayor, escrito del puño y letra de Moebius.
Dado que aparecían dos páginas por número, es fácil presumir que su final hubiera sido a muy largo plazo. Las condiciones cambiaron cuando la revista triunfó y se hizo mensual, esto supuso un acelerón en el desarrollo de la historia que concluiría 4 años después de su primera aparición (1976-1979).
Moebius alentó la publicación del 'manga' en Francia. Más tarde se
arrepentiría profundamente de ello.
El Mayor fue testigo de cómo, en ese periodo, Moebius tocado por el dedo de los ‘dioses del dibujo’, empezó a experimentar mutaciones imparables desde el punto de vista gráfico. Un mundo inusitado y novedoso se abrió ante los ojos de ‘sus’ asombrados lectores.
El color dado a esta viñeta de 'El garaje' es anterior al dado para toda la obra en USA y bastante más acertado, pues fue realizado directamente por Moebius y no por indicación.
Pero el tiempo utilizado para su realización dejó una huella indeleble y le vino muy bien al conjunto de la obra. Se empastaron muchos experimentos y estilos gráficos, emergiendo por debajo de todo ello el ‘juego’ de Moebius, que se podría resumir en: ¿Seré capaz de darle algo de coherencia a todo esto?
Si que lo fue, pero a costa de sacrificar la espontaneidad inicial y entrar en un cuidado y manierista planteamiento gráfico, con superhéroes a la francesa incluidos al final del relato. Sin embargo, el entramado de la historia no resulta tan aleatorio como ha manifestado Moebius en muchas de sus declaraciones. Hay planificaciones en el guión que parecen haber sido sutilmente programadas desde el principio o genialmente resueltas. Se puede escoger.
El corazón del argumento va desde la sátira de humor folletinesco (con ciencia-ficción incluida) al drama, alcanzando su culminación con un final absolutamente espectacular. A todo ello, Moebius le añade amplias referencias, chistes privados y homenajes gráficos (de un ‘Hombre Enmascarado’ negro a una presentación tipo ‘Spirit’), sin olvidarse de una fantasía e imaginación de muchos quilates.
La obra esta compuesta de muchos elementos, algunos folletinescos y otros humorísticos (las paginas relativas al Hombre Enmascarado negro y del homenaje a Eisner).
Hoy en día parece claro que Moebius con ‘El Garaje Hermético’ habló en prosa sin saberlo, es decir, hizo una gran obra sin prestarle demasiada atención. Entre calada y calada de marihuana (afición que Giraud ha dejado muy recientemente) fue desarrollando uno de sus mejores trabajos y posiblemente el más original.
Por si todo esto fuera poco, cuando la obra fue recopilada, alcanzaría una nueva dimensión de lectura, al suponer un compendio de todos los estilos gráficos y propuestas temáticas del autor durante su periodo de mayor efervescencia creativa. Aparentemente la historia estaba completa y no se le podía pedir nada más, pero terminaría transformándose en una saga mucho más compleja.
Version en color distinta de de la que luego aparecería en USA.
EL MAYOR GRUBERT EN USA.
La fascinación de ‘El Dorado’ norteamericano es intensa y a ella es muy difícil sustraerse. También Mr. Moebius sucumbió al espejismo e intentaría hacer ‘las Américas’ (1984 y 1989) desde Los Ángeles. Eso sí, tendría un planteamiento mucho más modesto del que había tenido la industria francesa del cómic en su fiasco norteamericano con Greg a la cabeza.
Portada de un libro con dibujos de Moebius, que recoge parte de su producción ilustrativa cuando vivia en Los Ángeles.
Cuando se creó ‘Starwatchen Graphics I.C.’, la marca con la que quiso introducirse a través de USA en el mercado mundial, Moebius-Gir era un autor que había triunfado por activa y por pasiva en Europa e incluso, a través de sus colaboraciones en el cine, a nivel mundial.
Dibujo perteneciente a un portafolio que contenia ilustraciones para las que Moebius habia solicitado la colaboración de Jeff Darrow.
Jean Giraud tampoco era precisamente un ‘paleto’ en USA. En su juventud se había recorrido EEUU con ‘el perro rabioso’ (el autobús que atravesaba el país de costa a costa). Hablaba ingles correctamente (igual que el castellano) y tenía como mano derecha a Jean Marc Lofficier (un autentica águila de los negocios y buen dibujante) y a Randy, hermano de este.
A pesar de todo, la empresa no se vería coronada por el éxito. El ‘lector’ norteamericano de cómics (que no los profesionales del medio) era, y es, absolutamente impermeable a los productos europeos de ese arte (al igual que ocurre en Japón). Otras magnificas obras del viejo continente no llegan a tirar más allá de 10.000 ejemplares, cifra que parece resumir el ‘público experto’ de aquel inmenso y poblado país.
Nuevas portadas originales fueron realizadas para la edición norteamericana de la obra de Gir-Moebius.
Sirva esto de introducción a la estancia del Mayor Grubert en USA. El paso de Moebius por Norteamérica, aunque no se saldara con un éxito ni siquiera aceptable, daría lugar a varias obras y acontecimientos relacionados con el Mayor. Intentaremos reseñarlos de forma ordenada.
Nada más llegar a EEUU, Giraud establece amplios contactos con todo el mundo profesional. También realizará con gusto algunas ilustraciones-homenaje a los superhéroes más famosos. Se establecen los acuerdos precisos y su obra empieza a ser conocida en el mercado norteamericano a través de su publicación por Marvel.
Dentro de lo que seria la publicación de las ‘obras completas’ de Gir-Moebius en USA (1986), en su tercer tomo aparece ‘The Airtight Garage’. A los norteamericanos les encantan los ‘extras’, y para esta edición de la obra se le añadiría el color (dado por indicación por el propio autor) y se incluiría una nueva página, que seria incorporada a partir de entonces en todas las ediciones posteriores.
En 1987, en una cena con Lofficier y Stan Lee pactan un ‘prestigio’ de ‘Silver Surfer’, personaje que encaja por sus características mejor que ningún otro en el imaginario de Moebius.
Aunque la version de 'Silver Surfer' de Moebius era originalmente un 'prestigio', fue publicada tambien en versión Comic-book para hacer caja.
Pero ninguno de los proyectos parece cuajar del todo, por lo menos en la medida de lo esperado. En 1989 el autor regresa a Francia y justo al llegar recibe las noticias de la muerte de Charlier. Además de la desaparición de un amigo y compañero de fatigas, Gir tendrá que vérselas con los herederos del guionista para llegar a acuerdos contractuales sobre el personaje, en especial con Phillipe, el hijo de Jean Michel . Ello le producirá algún que otro quebradero de cabeza, pero también le dará tiempo extra para dedicarse a sus otras creaciones.
Entre los años 1992 y 1994, Moebius intenta relanzar el personaje, aprovechando sus contactos en USA. En ese periodo de tiempo dibuja las dos partes de ‘El hombre de Ciguri’, de las que solo la primera parte ha sido publicada en España.
Al final el metro no era el de París, y el pobre Mayor se encopntraria perdido en las infinitas versiones del multiuniverso que habita.
También y en ese mismo año (1992), Giraud (‘excesivamente’) ayudado por Lofficier, escribe dos guiones para dos dibujantes norteamericanos, con el objeto de generar expectativas sobre el personaje.
‘The elsewhere prince' con dibujos de Eric Shanower.
No las comentamos más que de pasada, pues tienen un tufillo a ‘Guerra de las Galaxias’ que no termina de convencer del todo. Lejos de su autor, el Mayor pierde muchas de sus cualidades naturales.
Existen varias portadas que así lo atestiguan.
En 1996 aparece ‘Moebius comics’ en USA, bajo el sello de Caliber, un cómic-book en blanco y negro con muy escaso material original interesante, entre el que se incluyen algunas páginas de la segunda parte de ‘El hombre de Ciguri’.
Dos portadas de 'Moebius Comics' bajo sello de Caliber.
A partir de entonces, las aventuras de Grubert parecen eclipsarse y reducirse a su aparición en el auto-psicoanálisis realizado por el propio autor en ‘Inside Moebius’ (2001-2009) e ilustraciones puntuales. En el 2009 el personaje hará una nueva aparición con ‘El cazador deprimido’.
Moebius y Gruber se 'deprimieron' al mismo tiempo.
LA SAGA INCOMPLETA AL COMPLETO.
Hemos querido clarificar un poco lo aparecido hasta la fecha del Mayor Grubert, pero sin entrar en referencias colaterales, pues en historias de Moebius se hace mención a él y al mundo que habita, de forma directa o indirecta (‘The long tomorrow’, ‘El lubrico cronico’, etc).
Arriba, un mundo colindante al de Grubert en 'El lúbrico crónico', con Mme. Kobalski y el planeta Flor.
Abajo, el cerebro del mayor en 'The long tomorrow'.
Hagamos pues un breve resumen:
1.- Las aproximaciones iniciales.
No tienen mucho que ver con lo que luego será la obra. Estas páginas se suelen incluir al principio de ‘El Garaje Hemético’ y en ellas Moebius va definiendo gráficamente el personaje.
El Mayor contó inicialmente como ayudantes con el propio Moebius y con Gotlib.
2.-‘El Mayor Fatal (I)’.
La muerte del bakalita. Primera historia como tal del Mayor, suele incluirse al igual que las aproximaciones iniciales como entradilla a ‘El Garaje Hermético’.
La historia de 'El Mayor Fatal' sera utilizada posteriormente para desarrollar la accion de los últimos albumes.
3.-‘El garaje hermético de Jerry Cornelius’.
El mundo del Mayor Grubert toma forma, se condensa y se rebela contra su creador. Es la obra central de la trama y tiene con cuatro ediciones en España ('Tótem' por capitulos, Eurocomic en dos tomos, ‘El País’ en dos tomos y Norma en dos tomos).
4.-‘El hombre de Ciguri (I)’ – También llamado ‘El Mayor Fatal (II)’ (1992-1993).
Editado en España por Norma, que es quien detenta en la actualidad los derechos del personaje en habla hispana.
5.-‘The man from Ciguri (II)’ – (1993-1994 y publicado en 1996 en USA).
La historia se encuentra inédita en España.
6.-‘Le chasseur deprimé’. – (Publicado en Francia en 2009). Tras una grave enfermedad Moebius y Grubert se deprimen. La historia se encuentra inédita en España.
Portadas de la edición francesa de 'El cazador deprimido'.
Para ilustrar esta entrada sobre ‘El Mayor Grubert’ hemos escogido algunas páginas aparecidas en EEUU hace bastantes años en el comic-book de ‘Moebius Cómics’ y pertenecientes a la II parte de ‘El hombre de Ciguri’.
A pesar de lo amplio de su producción, Moebius se piensa bastante las cosas.
Estas páginas (junto con todas las demás) esperamos sean publicadas pronto en nuestro país. A fin de cuentas Moebius es uno de los pocos genios vivos que quedan en el cómic mundial y su lectura resulta siempre recomendable.
En el final de los 70, Moebius entro en un periodo de creatividad imparable.
En esta entrada hemos hecho un análisis genérico del personaje, pero no hemos entrado a valorar el mundo en que se encuentra, ni en las temáticas o personajes que aborda la serie.
Sabemos que hay lectores que no han tenido la ocasión o la paciencia de profundizar en el argumento, por lo que el enfoque general de la obra se les muestra esquivo.
Algunos achacan a la marihuana la creatividad de Moebius,
pero sin ella sus acualidades no han disminuido.
La comprensión global del relato no es fácil, pues ha sido voluntariamente oscurecido por el autor y sus numerosos cabos sueltos no encuentran su nudo, sino en comentarios marginales que se han ido desperdigando, por aquí y por allá, en los lugares más inusitados del relato.
¡No hay problema! Todo ello será analizado, junto con la explicación detallada de los secretos que esconde el mundo de Grubert, en una segunda entrada que titularemos: ‘Un Universo con tres niveles’ .
Pero eso será más adelante. Ahora nos quedamos con algunas de las páginas publicadas en USA y que por supuesto esperamos que les gusten tanto como a nosotros.