1.-Carlos Giménez.
Los que hacemos este blog, hemos tenido siempre una gran admiración por el trabajo de Carlos Giménez. Este autor tiene el merito de haber construido una obra de enorme valor y en medio de un ambiente, que no era precisamente muy favorable a ello. A lo largo de más de cuarenta años de profesión, ha tocado todos los géneros con extraordinaria brillantez. El insoslayable compromiso con su obra, hacen de él una ‘rara avis’ dentro de lo que ha sido y es el panorama del cómic español. Desde ‘Gringo’ a su trilogía sobre la Guerra Civil, ha sido siempre honrado consigo mismo, con su trabajo y con el público. Y habría que aclarar que Carlos Giménez ha tenido cinco hijos y tiene que pagar las facturas a final de mes como todo el mundo.
Casi todos los autores suelen tener una empatía hacia un género en especial y Carlos Giménez la tiene hacia la ciencia-ficción (aunque no solo). Su estilo cargado de fantasía y preciosismo esta especialmente dotado para este tipo de trabajos. A ello uniría en ‘Dani Futuro’ una frescura que hoy nos resulta enternecedora.
Hay mucho material acumulado sobre este locuaz creador (monográficos, entrevistas, opiniones diversas…). Pero en este pequeño artículo, solo nos vamos a centrar en la oportunidad perdida por el cómic español en relación a una serie creada por él y Victor Mora y que se llamó y se llama ‘Dani Futuro’. Esa serie pudo llegar a ser el gran referente comercial del cómic español realista después de ‘El Capitán Trueno’. No fue así. Se lo impedirían una situación histórica muy determinada y una industria miope y desinformada, que prefirió abortar el producto, antes que compartirlo con sus creadores.
2.-‘Gaceta Junior’ y ‘Dani Futuro’.
En 1968 surgió ‘Gaceta Junior’, una magnífica revista de tipo infantil-juvenil patrocinada por la empresa del periódico ‘La Vanguardia’ (propiedad del Conde de Godó). Mezclaba sabiamente material de agencia italiano y belga y constituyó un interesantísimo intento de dignificar el género. En sus primeros números, aparecerían, además del ya famosísimo Tintin, estupendos autores, hasta entonces desconocidos en España: Battaglia, Aidans, Kiko, Pratt, Toppi…etc. Mas tarde y en una segunda etapa, la revista cambiaría de rumbo e intentaría recuperar a los dibujantes españoles. El director de la publicación, José Maria Echevarria se dejó llevar por el autentico artífice de esta revolución, que no era otro que su redactor jefe, Antonio Martín. Su figura se extiende durante muchos años y de él, entre otras cosas, cabe decir que seria Director y Editor de ‘Bang’ (el gran referente de las revistas sobre cómic en España) y también Director-Editorial de la sección de Planeta dedicada al cómic.
Entre los dibujantes españoles, que los lectores irían viendo aparecer en sus páginas, estaban Chiqui de la Fuente, Jordi Buxade, Builla, Carrillo y alguno más. Pero incuestionablemente y entre todos ellos la obra de ‘Dani Futuro’ surgiría con luz propia. Aunque ya hubo una presentación previa del personaje, en el numero 75 pudimos ver su primer episodio (19 de marzo de 1970). Su guionista Victor Mora (autor del Capitán Trueno) recibió el encargo de una serie de ciencia-ficción para jóvenes, y a la hora de elegir dibujante, realizó la mejor de las elecciones posibles con Carlos Giménez, que por aquel entonces ya había apuntado maneras con ‘Delta 99’. Carlos estuvo encantado de trabajar con él.
El niño nació sano y robusto (se publicaba en ‘La Vanguardia’ y en la revista) y despertó interés y curiosidad en España y fuera, pero algunos intentarían terminar con su vida en la misma cuna. Cuando la revista estaba remontando en ventas y su futuro se abría esperanzador, fue cancelada, iniciándose una lucha despiadada por los derechos del personaje.
3.-Los derechos del personaje.
Sobre este tema, que hoy nos parecería inconcebible (inconcebible solo en Europa), no insistiremos demasiado. Solo diremos que sus autores asistieron alucinados a la venta de derechos del personaje a una sociedad belga que le había puesto el ojo. Se inició así una lucha en los tribunales que duraría años. Mientras tanto, sus creadores tuvieron que volver a dejar al bueno de Dani en hibernación, a la espera de tiempos mejores. Surgieron en el entreacto dos nuevas series de parecido cuño: ‘Ray 25’, una historia con temática similar (de la que ya hemos hablado aquí) e ‘Iris de Andrómeda’, que no era otra, sino la revisión crecidita de la juvenil amiga y compañera de aventuras de nuestro héroe. Ambos fueron publicados en el Tintin franco-belga dirigido por Greg.
4.-Bruguera y el color.
Pero no nos adelantemos a los acontecimientos. La cancelación, le pillo con el pie cambiado a todo el mundo. El Nº.-3 de ¡Bang!, especialmente dedicado al personaje, tuvo que añadir al panegírico inicial, las lagrimas por su prematuro final. Poco después aparecerían dos álbumes de Bruguera (y sospechamos que sus autores no tuvieron nada que ver en ello) que desvirtuaban completamente al personaje. El color, tan especialmente cuidado por Giménez en su trabajo inicial, parecía haber sido dado para esta versión por un alcohólico en fase aguda de ‘delírium tremen’. El rotulado mecánico había devaluado el concepto general y por si fuera poco, la línea no se distinguía por la densidad del color en muchísimas ocasiones. ¡Peor imposible!
Los autores se lo pelearían y lo ganarían en los tribunales, en buena parte gracias al testimonio prestado por Antonio Martín. Pero el daño ya estaba hecho, un personaje que nacía con todas las características de éxito comercial, seria relegado a la emigración de la revista Tintin y cabe decir que allí, los niños belgas nunca llegaron a tomarle demasiado cariño (en las encuestas con la valoración de personajes de la revista, siempre salía entre los últimos). Greg, que entendía del tema, lo mantuvo contra viento y marea.
Las imágenes de la izquierda corresponden con las publicadas en Gaceta Junior (coloreadas por su autor) y las imágenes de la derecha corresponden a la versión coloreada por Bruguera.
5.-El color en la obra de Carlos Giménez.
Carlos Giménez ha renunciado a muchas cosas a lo largo de su vida en beneficio de su obra. Por un lado cabe decir, porque lo dice él, que es lento a la hora de dar el color y que ha preferido volcarse en el dibujo, con el objeto de aumentar su producción (aproximadamente un álbum al año).
Indudablemente su obra desde el punto de vista comercial se hubiera revalorizado en color, pero experiencias previas de carácter negativo le hicieron desistir de ello. Y dentro de estas tristes experiencias, figura la edición de Bruguera de ‘Dani Futuro’ con letras de molde. Carlos Giménez es consciente que el color es un código narrativo que incide en la legibilidad del cómic y desconfía (seguramente con razón) de que los modernos sistemas de producción del color perjudiquen la calidad de la obra, sobre todo si no se tiene el control adecuado sobre los que lo realizan.
Pero ese problema no esta presente en ‘Dani Futuro’, pues fue coloreado de manera excelente. El personaje en color es un autentico desconocido para el lector de cómic español y no estaría mal refrescarle la memoria.
6.-Resumen.
Con experiencia tan traumática y aunque los guiones y los dibujos continuaron siendo interesantes después de los dos primeros álbumes, la sensación que producía el personaje, es que se había perdido una oportunidad única y que difícilmente volvería a producirse la magia de la frescura inicial que unía en un ensamblaje perfecto el guión de Mora y los dibujos de Giménez.
Queremos rendir aquí un sentido homenaje a ‘Dani Futuro’, a sus autores y a todos los que colaboraron en su aparición o su supervivencia. Pero no nos conformamos con ello. Creemos que el cómic español le debe una edición integral en color.
En la siguiente entrada hablaremos de las distintas ediciones, tanto españolas como extranjeras, de Dani Futuro.