El cómic, como ya dijimos en alguna ocasión, es una de las artes más complejas, difíciles y peor pagadas que existen. Esto que ya era verdad en la época clásica, en la actualidad ha pasado a ser una cuestión que incluso dificulta su propio desarrollo como expresión artística. Por supuesto que no nos referimos a España, país en el que el 99’9 % de los casos con talento que van apareciendo tienen como único recurso el cambio de profesión y/o el trabajo mercenario para el extranjero. Nos referimos a los mercados donde existe una cierta tradición e industria al respecto.
Gir-Moebius comentaba hace poco que aparentemente el cómic en España estaba muerto, aunque se sorprendía de que siguiera habiendo gente con talento en un medio sin soporte industrial (para los autores). Un país con tiradas máximas de 5000 ejemplares no pinta nada en el panorama mundial, cuando por ejemplo en Francia para ser considerado en el medio debes añadirle dos ceros a esa cifra y en las editoriales más importantes te mandan a la calle, si vendes menos de 40.000 ejemplares.
Si uno es el numero 100 en el ranking del mundo de cualquier cosa, eres un privilegiado, pero si lo eres del cómic, es fácil encontrarse en una situación bastante comprometida desde el punto de vista económico. Todo esto viene a cuentas de que muchos autores, bien por motivos pecuniarios, bien porque andaban buscando otro tipo de manifestación artística, dejaron o intentaron dejar el cómic.
En España cabria citar a Enric Sió (publicidad), Francisco Hidalgo (fotografia), Luis Garcia Mozos (arte galerista) y muchos más que no vamos a citar. El propio Ambrós tuvo que regresar al cómic (El Corsario de Hierro) ante la imposibilidad de ganarse la vida con la pintura.
Hemos decidido hacer una serie sobre los que abandonaron el cómic y vamos a comenzar en Francia y con el humor. Su nombre es:
GERARD LAUZIER
Lauzier nació en 1932 en Marsella. Después de licenciarse en Filosofía y estudiar cuatro años de arquitectura en la Escuela de Bellas Artes de Paris comenzó a colaborar en diversos tipos de trabajo para la prensa de la capital. Cansado de la falta de expectativas y un poco aburrido de la vieja Europa, se fue a Brasil, donde pasaría una buena cantidad de años, como dibujante y publicista, y tendría todo tipo de experiencias (algunas bastante desagradables).
Su regreso a Francia a principios de los 70 no pudo ser en un momento más oportuno. En ‘Pilote’, la principal revista de cómics francesa, se había producido la desbandada. Moebius, Gotlib, Bretécher, Mandrika habían abandonado el buque insignia y se habían marchado con la música a otra parte. Por si fuera poco, Goscinny había renunciado a continuar como director. Era evidente que había que llenar huecos y ahí estaba Lauzier.
Ante todo hay que decir que Lauzier es un autor con talento ¿Qué aportaban sus historias? Básicamente un humor vitriólico que ponía ‘en solfa’ a todo lo que se movía, pero preferentemente a los pseudos-izquierdistas de la ‘progresía’ de la época. Y paradójicamente serian los más ferozmente retratados, los que se sintieron encantados delante del espejo. Como si la cosa no fuera con ellos, se reían a mandíbula batiente de las sátiras de Lauzier y eran capaces de identificar en sus historias a todos los animales del zoológico de su entorno, a excepción del suyo propio. Su éxito fue incuestionable.
Gerard Lauzier siempre se sintió incomodo en el mundo del cómic. Decía que estaba todo por hacer y parece ser que la perspectiva de tanto trabajo no le seducía en exceso. Se quejaba de que no existía un cómic realmente ‘adulto’, en el que la gente pudiera verse reflejada. Después de las lamentaciones hacia el medio que le había dado fama, notoriedad y dinero, se terminaría pasando al cine (director y guionista) y teatro (autor), en donde hizo notables comedias de costumbres en las que se sentía como pez en el agua.
Pero antes de irse para otros territorios artísticos nos dejaría una buena muestra de su talento. En el 1974 ‘Lili Fatale’ y ‘Un certain malaise’. En el 1975 iniciaría su serie ‘Tranches de la vie’ que seria continuada por la saga de ‘Course du rat’ en 1978. En 1980 ‘Tête dans le sac’. ‘Les Cadres’ en 1981 y ‘Souvenirs d’un jeune homme’ en 1982. Después de un largo periodo de ausencia en el mundo de las viñetas, su ciclo se cerraría con ‘Portrait de l’artiste’ (1992). Lauzier falleceria en 2008.
La mirada de Lauzier es lucida y despiadada. No siente afecto hacia sus criaturas, y es muy posible que tampoco lo sintiera hacia sus congéneres. Claire Bretécher tratando los mismos temas que él, siente una profunda ternura hacia sus personajes, ¡Lauizier nunca! Y sin embargo… y sin embargo es gracioso. Su ‘Gran Carnaval’ nos hace reír. Nos hacen reír las imposturas de los izquierdistas de derechas y su viceversa. Nos hace reír los arribismos de sus hombres aparentemente fuertes por fuera y profundamente débiles por dentro, nos hacen reír sus mujeres hermosas y sin escrúpulos. En su obra, todos parecen estar de vuelta de todo y ninguno parece haber ido a ninguna parte.
Hemos optado por presentar en primer lugar la historia con la que se dio a conocer en Pilote, en 1974 y para complementar hemos buscado el Lauzier mas sardónico con cuatro historias cortas que dan una idea muy aproximada del tipo de humor que este autor hacia. Esperamos que las disfruten.
LILI FATALE!
COSAS DE LA VIDA (TRANCHES DE LA VIE)
PD.- Para aquellos que estén interesados en este autor, hay que decir que buena parte de su obra esta traducida al castellano, aunque ya no es fácil de encontrar.
6 comentarios:
Se nota que es un excelente artista para los cuadritos. Pero, sus dibujos parecen muy apresurados, es decir, que si no lo termina ahora sus páginas ya no podrá terminarla es como ir corriendo en alguna autopista con alta velocidad perseguida por policia.
Muy bueno el articulo, Saludos.
Esteban
Exclusivo: Las amenazas realizadas por LUIS ARDOUIN contra JORGE FERNANDEZ TORRE, el lider de HIJISTULOGIA. La doble cara de INTERBLOG'S:
http://danielwilsonfansclub.blogspot.com/2009/08/exclusivo-las-amenazas-realizadas-por.html
Vuelve el mensajero, te esperamos hoy a las 17 horas, se queda por pocos dias..
Intrigado me dejas: ¿cuáles fueron sus experiencias desagradables en Brasil?
Pues a mí sus dibujos me fascinan. Me parece que es capaz de congelar en un dibujo todo lo que expresa el texto que lo acompaña y eso que ese texto suele ser abundante. La identificación gestual con el carácter que otorga a cada personaje es interesantísima, sobre todo cuando juega coreográficamente con grupos amplios, es evidente que no coloca nada al azar, ni una mueca, ni una mirada, todo está pensado al milímetro. ¿Que resuelve deprisa y casi aboceta? Mayor es mi admiración (¿dije envidia?)
Saludos
JUAN RAMÓN
Su estilo aparenta ser descuidado, Pero sirve perfectamente a lo que quiere contar.
Un cordial saludo.
PRODUCTO INTERNO BRUTO
Gracias Esteban.
ENRIQUE
En los años en que estuvo en Brasil, existían "los escuadrones de la muerte", que hacían desaparecer a algunas personas. Entre ellas un amigo de Lauzier.
Recibe un cordial saludo.
TRAKA
Es difícil resumir mejor lo que pensamos sobre el dibujo de Lauzier, y por eso le hemos hecho esta entrada.
Recibe un cordial saludo.
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