André Juillard ha estado recientemente en la Feria de cómic de A Coruña (la mejor que existe en España desde nuestro punto de vista, gracias al amor por las viñetas del que fuera alcalde de la ciudad, José Vazquez y la dedicación que le presta Miguelanxo Prado). Indudablemente este autor es uno de los ‘grandes’ del cómic actual y su estancia entre nosotros nos induce a una serie de reflexiones. Juillard representa en sí mismo la afinidad de los dibujantes por un periodo histórico determinado y por añadidura las contradicciones en la industria de la BD francesa, entre el comic de autor y el mero producto comercial. El tema lo creemos de interés y sobre ello vamos a desgranar un breve esbozo.
Decía Enric Sió sobre ‘El Cid’ de Hernández Palacios, que dibujaba el s. XI como si hubiera estado allí. Algo parecido le ocurre a Juilliard con el s. XVII. Da la sensación de que no solo ha estado allí, sino que además, puede volver cuando quiera.
El triunfo de Juillard en el mundo de las viñetas no ha sido fácil ni cómodo. Ha sido una carrera peldaño a peldaño a base de duro trabajo y esfuerzo. Durante bastantes años no fue más que uno más de los dibujantes de tipo medio que pululan por la industria francesa del medio, sin obtener grandes ingresos económicos
Cuando empezaba, Mezieres le dijo que se fijara en como dibujaba Jijé, y eso mismo hizo cuando dibujó su primer Oeste, ‘La longue piste de Loup Gris’ en 1974.
En 1982, se embarcaría en su serie más emblemática ‘Las siete vidas del Gavilán’, en compañía de Patrick Cothias para el guión y para la revista Circus. Esta serie había tenido su precedente dos años antes en ‘Pif Gadget’, con la serie ‘Les aventures de Masque-Rouge’ (quince relatos de diez páginas aproximadamente, recientemente publicados en España). El éxito sin embargo no fue automático. Se vendió bien, pero no fue eso que se llama un ‘pelotazo’.
La fidelidad histórica de la serie es impecable. Es aquí donde Juillard encontró su camino tanto en lo gráfico, como en su forma narrativa. El reinado de Enrique IV y su esposa María de Médicis desfila ante nuestros ojos con todo el aspecto de lo fidedigno. A Juillard se le ve disfrutar con lo que hace.
Durante tres álbumes (1983-1985), la serie cohabita con ‘Arno’ (integral editado por Glenat en España), relato histórico que narra, bajo guion de Jacques Martin (creador de Alix), las aventuras del músico Arno Firenze, en el Egipto de las luchas napoleónicas.
En este periodo (1987), todavía tiene tiempo Juillard para realizar ‘Cazadores de oro’, álbum del que forma parte la historia que presentamos. Aunque la narración de piratas no es gran cosa, el dibujo de Juillard alcanza cotas nada desdeñables.
El éxito del ‘Gavilán’ hizo que en 1995 iniciara una segunda parte, esta vez con su protagonista transplantada al Canada, bajo el título de ‘Pluma al viento’. Sin embargo con el desraizamiento, la magia de la primera entrega parecía haberse perdido y la serie seria clausurada en su número cuatro.
En ese momento Juilliard parece volver su mirada a lo actual con el objeto de quitarse la etiqueta de autor histórico. El ‘Cuaderno azul’ es una obra intimista y compleja con guión del propio autor. Un excelente trabajo por el que recibirá el gran premio de Angoulême de 1995.
Pero el nuevo filón no dará para mucho. Un poco ‘cogida por los pelos’, la segunda parte de “El cuaderno azul” titulada ‘Después de la lluvia’ (1998) no alcanza las cotas de lirismo de la primera, ni de lejos.
¡Ningún problema! Juillard parece recrearse a si mismo constantemente. En 1999, el relanzamiento de ‘Blake y Mortimer’ sufre retrasos por la incapacidad de Ted Benoit y Jean Van Hamme de cubrir el segundo álbum en las fechas previstas. La editorial no lo duda e introduce un nuevo equipo creativo compuesto por el propio Juillard y por Ives Sente, para que alterne la producción con él ya contratado.
Es un producto industrial y el estilo del autor se adapta a lo solicitado por la editorial. El resultado es un sofisticado ‘pastiche’, del que se venden en los tres primeros meses 500.000 ejemplares. A partir de entonces en relación a los comics el autor se ceñirá a los encargos, trabajos ilustrativos personales y ‘ex libris’.
Indudablemente el comic además de sus elementos artístico, también los tiene industriales y cuando un autor encuentra ‘la gallina de los huevos de oro’, tiende de forma natural a sacarle partido. Todo el que conoce este duro medio de trabajo lo entiende perfectamente.
A nosotros sin embargo nos gusta revisar ‘Las siete vidas del Gavilan’. Nos gusta mucho más que las nuevas andaduras de ‘Blake y Mortimer’. Nos maravilla el exquisito cuidado con el que Juillard rehace el pasado histórico. Nos gustan los galeones, a los que no les falta ni una de sus gárfias, o las texturas de algodón de sus vestidos de época. En fin, nos gustan mucho más las obras del Juilliard que se circunscribían a sus apetencias creativas que no a sus meros intereses crematísticos. Nos gusta más, pero comprendemos su postura.
6 comentarios:
Juillard es un grande, de eso no hay duda y a pesar de no ser "un pelotazo" en principio Las Siete Vidas del Gavilan su obra más conocida.
No tenía yo conocimiento que Pluma al Viento hubiese sido clausurada, siempre había pensado que la serie terminaba en su cuarto número. Por otra parte, aunque no esté a la altura de Las 7 Vidas en cuanto al guión, creo que Juillard firma en esta serie uno de sus mejores trabajos a nivel gráfico.
Otro trabajo de Juillard, que se escapa del relato histórico que le ha caracterizado es la decepcionante (no por el dibujo del protagonista de vuestra entrada, si no por el guión de Pierre Christin)El Largo Viaje de Lena.
Un saludo.
Juillard es una maravilla y coincido en preferir sus obras de corte histórico a sus trabajos más comerciales.
Estupendo artículo.
Impacientes Saludos.
La hermmosura de los dibujos de Juillard es casi invencible. Al mirar sus viñetas, incluso sus bocetos, uno se pregunta cómo puede alcanzar ese grado de perfección y de equilibrio.
¡Y cómo dibuja el mar, la naturaleza, y los barcos! ¡Maestría absoluta!
No puedo decir más que ha sido una lectura alucinante. No soy el mayor forofo de este tipo de cómics tan realistas. Prefiero la vertiente Franquin. Pero Juliard es uno de los mejores y de los que más me gustan.
Creo que la inclusión de un ejemplo (aunque sea una traducción, lo siento, debilidades mías) ha sido una idea genial. Así se puede uno hacer a la idea de lo que explicas en la entrada.
Genial.
Buenas:
Debo ser un poco corto, porque me da la sensación de ser la única persona del mundo que ha acabado "las 7 vidas del gavilán" y se ha quedado sin saber de qué va la historia:
¿para qué se necesitan 7 vidas? ¿Cómo que 7? a mí sólo me salen 5 (y 6 suponiendo que Grandpin continúe) ¿Y qué se consigue muriendo tanta gente?
No sé. Creo que no he entendido nada; eso sí: las dibujos son fantásticos.
ANGUX
No es que fuera clausura, sino que la terminaron pronto por exigencias editoriales.
Recibe un cordial saludo.
PABLO
Ademas de sus obras de corte histórico , el Cuaderno Azul nos parece una gran obra.
Recibe un cordial saludo.
JD
Juillard es uno de los mejores autores europeos.
Recibe un cordial saludo.
VALENTIN VN
Intentamos hacerlo siempre que podemos, pero ha veces no es fácil.
Recibe un cordial saludo.
SANTIAGO
Cuando se hizo la obra, estaban de moda en Francia, los cómic de corte histórico. Cothias hizo un folletón de los que se llevaban, pero tienes razón, sin los dibujos de Juillard la obra nunca hubiera alcanzado fama.
Recibe un cordial saludo.
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