WATERLOO. Sio - Battaglia. Bailando con Battaglia 2.

Continuamos con la serie iniciada con la entrada “San Jorge y el Dragón”, en la que junto al dibujante veneciano, incluimos un mirada distinta del mismo tema realizada por otro gran dibujante.

¿Estuvo Battaglia en Waterloo?

Solo un escaso puñado de batallas han sido determinantes en la historia de la humanidad y entre esas pocas se encuentra Waterloo por derecho propio. Con ella quedaría sellada la primacía a escala mundial del mundo anglosajón, solo puesta en cuestión por los herederos del prusiano Blücher en las dos grandes guerras del s. XX.

Battaglia participaría, a modo testimonial, en el final de la II Guerra Mundial como soldado en la defensa antiaérea de la zona del Véneto. Aunque él manifestaría en muchas ocasiones que llegó a desertar hasta tres veces, pues esa era una guerra que él no consideraba como propia y lo único que quería es que le dejasen vivir su vida en paz.

Su pasión por lo militar venía de lejos, aunque como ya hemos señalado no tenía motivaciones biográficas sino todo lo contrario, pues detestaba profundamente las penalidades que producen los enfrentamiento bélicos.

A lo largo de su vida como ilustrador e historietista se vio en muchas ocasiones en la obligación de hacer ilustraciones sobre ejércitos y trajes de épocas pasadas, pero dentro de este tipo de trabajos, él prefería sin el menor género de dudas todas las relativas al s. XVIII y en especial todo lo derivado de las Guerras Napoleónicas.

Para ‘Corriere dei ragazzi’ Battaglia realizaría multitud de historias de tipo histórico. Fruto de estas colaboraciones el autor italiano editó, entre otros, dos álbumes de características claramente militares: Caricaa! Compuesto de bastantes historias bélicas de distintas épocas (donde se encontraba este ‘Waterloo’ que ahora sacamos del olvido) y ‘Uomini in guerra’ que centraba su temática en la II Gran Guerra.

Decíamos en la entrada sobre ‘El Cid’ que Enric Sió afirmaba en la introducción a uno de sus álbumes que Hernández Palacios nos contaba en s. XI español como si hubiera estado allí, las mismas palabras serian de aplicación para Battaglia en relación a las Guerras Napoleónicas.

El por qué algunos autores tienen este tipo de preferencias resulta misterioso y en ocasiones enígmatico. Ya hablábamos de ello en la entrada dedicada a Julliard y si pensáramos en clave oriental, podríamos afirmar que tiene resonancias kármicas. Si lo hacemos en clave occidental solo se puede decir que las preferencias del dibujante se transmiten al papel y le dan una especial verosimilitud a lo que hacen.

Ponemos a bailar con el maestro veneciano a Enric Sió, al que iremos dedicando algunas entradas y al que no creemos se le haya hecho demasiada justicia en torno a su importante aportación en el mundo del comic europeo.

Hemos puesto las historias separadas, pues creemos que en este caso resultan más apreciables y legibles que si las pusiéramos en paralelo.

Aprovechamos esta entrada para desear unas ¡FELICES FIESTAS! a todos nuestros visitantes y les anunciamos algunas entradas interesantes para estos próximos días.