Hasta ahora, hemos analizado someramente la inclusión de las temáticas esotéricas en los relatos de Corto Maltés y su engranaje en el proyecto global. En esta parte intentaremos hacer una clasificación, siquiera aproximada, y poner ejemplos, con algunas páginas que hemos ido entresacando de aquí y de allá en los viajes y aventuras de nuestro infatigable marino.
Lo esotérico en Corto Maltes es múltiple y de difícil estandarización. A ello hay que añadir que se intersecciona consigo mismo en repetidas ocasiones. Por ello hemos procurado un acercamiento cartesiano para poner un poco de orden en todo este batiburrillo. Pero para ser sinceros, no estamos muy convencidos de que nuestra visión fuera compartida por el autor.
De todas formas y simplificando diremos que Pratt ataca lo esotérico a través de una serie de temáticas comunes que funcionan a base de puertas que se abren a jardines secretos, en los que apenas nos deja dar un vistazo antes de volverlas a cerrar. Por ejemplo, en Corto lo judío tiene connotaciones de conocimiento profundo y antiguo. Esta connotación debió de quedar fuertemente arraigada en la infancia del autor. Hay igualmente lugares especiales y tradiciones sobre civilizaciones desaparecidas.
También espolvorea un poco de polvo de estrellas sobre brujos, brujas, seres inmateriales, sociedades secretas y médiums de todo tipo y condición. Los sueños y lo paranormal se entrelazan, para llegar a lo que a Hugo Pratt le gustaba verdaderamente: contar cuentos. Pasen y vean esta descripción detallada que esperamos les guste.
En las aventuras de Corto Maltés hay dos fuentes de información erudita incuestionables. Por una lado está un rabino que narra, cuenta o aclara, y por otro el bueno de Steiner que nos documenta ampliamente. Dado que parte de la familia de Pratt era de origen judío y que en su infancia visitaba con bastante frecuencia el gueto de Venecia, es fácil imaginar reverberaciones propias en el ‘alter ego’ del autor.
Charla de Corto y Melchisedech en "La fábula de Venecia".
Hugo Pratt estaba convencido de que existen algunos lugares que tienen una energía especial. Son lugares, en los que solo dando un pequeño saltito se puede llegar a comprender cosas que no se comprenderían en otro sitio e incluso a verlas. Algunos de estos emplazamientos que más le llamaban la atención en este terreno eran Venecia, Stonehenge o la isla de Pascua. Pero no siempre se trataba de ruinas arqueológicas ni en muchas ocasiones sacó en sus cómics aquellos sitios que le habían impresionado más vivamente en sus idas y venidas por el amplio mundo.
Izquierda: Corto en el puerto de Rodas, en "La casa dorada de Samarcanda".
Derecha: La Venecia que se representa en "La fábula de Venecia".
Corto habla con los cuervos en "Sueño de una mañana de invierno".
En toda la obra de Corto los únicos seres imaginarios que se corporizan, son los que aparecen al principio del cuento ‘El sueño de una mañana de invierno’. Representan algo así como la esencia de una cultura o una nación. Pratt muy inteligentemente les dio una representación a medio camino entre Shakespeare (del que había parafraseado el título) y las leyendas artúricas (de las que utiliza algunos personajes). Le faltó retratar la otra parte de la contienda (la mitología germánica), pero quizás pensó que con Wagner tenían bastante.
A Hugo Pratt le gustaba contar historias. Tradiciones antiguas, cuentos, leyendas y relatos fantásticos salían de su pluma y de su boca con enorme facilidad. En una cena, podía empezar con sus historias de la selva del Amazonas, continuar con los puntos por donde todavía se podía entrar al inframundo de la cultura maya (Chiapas) y terminar (si el güisqui había sido de calidad) entonando un tango de la época en que se ganaba un sobresueldo cantando por los ‘bulines’ del viejo Buenos Aires, bajo el nombre de guerra de Sbrindolin. Ponemos tres bonitos ejemplos.
Cuento inicial de "En el tinglado de la antigua farsa".
El monje cuenta su história en "Mu".
Que Hugo Pratt tuvo ocasión de conocer brujas a lo largo de su vida, no nos cabe la menor duda (no haremos el chiste fácil). En Corto Maltés la aparición de Boca Dorada supuso un punto de inflexión. Claro está que dado el materialismo subyacente de la adepta a la macumba, esta se muestra tanto o más preocupada por las cuestiones crematísticas cotidianas como por aquellas de su más estricta vocación (aunque en el fondo ambas en la brujería están unidas). Junto con Morgana, la hermana negra de Tristan Bantam y el consorcio que le rodea, forman un grupo de baile bastante creíble. Seguramente Pratt en su estancia en Bahía pudo ver cosas parecidas.
El otro brujo que brilla con luz propia en la obra de Pratt, vive en el cuerno de África y se llama Shamael (Etiópicas). Sus orígenes son inciertos, pero sus poderes parecen bastante contrastados. Además, ejerce funciones de mediumnidad con seres inmateriales del bajo Astral, ganándose los comentarios siempre sarcásticos del escéptico Corto.
Conversación de brujas en "Bajo el signo de Capricornio".
Shamael y Kush con Corto en "Las etiópicas".
Pratt se empapó bien de las Sociedades Secretas. Cuando inició su estudio de campo con la masonería tuvo un problema imprevisto. En esa época se había destapado el escándalo del Banco Ambrosiano y la logia masónica P2. La opacidad posterior dificultó enormemente su investigación, aunque al final consiguió hacerse un huequecillo en la sagrada hermandad. Le interesaron igualmente otras sociedades secretas que ha habido y hay en el mundo. Como ejemplo podemos citar dos más, los derviches (los seguidores de Mawlana prohibidos por Atatur y reconvertidos a coros y danzas en la actualidad) y las ‘triadas’, invento chino que consiste en una extraña mezcla (muy propia de su cultura) entre las sociedades secretas y la empresa criminal.
Reunión de los masones de Venecia en " La fábula de Venecia".
Corto se fuma un cigarrito y entra a ver a los derviches en "La casa dorada de Samarcanda".
"Las liternas rojas" hacen su aparición en "Corto Maltés en Siberia".
La Hipatya de la ‘Fabula de Venecia’ esta basada en un personaje histórico real. Pertenece, aunque no se diga claramente, a una sociedad teosófico-pitagórica que hubo a principios de s. XX, colindante con la masonería. En la puerta de su casa había ‘un abraxas’, deidad de orígenes gnósticos que algunas fuentes atribuyen a Basilides y que tuvo mucha implantación en la religión afro-americana del Caribe (por donde ya vimos, Hugo Pratt se dio unas cuantas vueltecillas). El incendio de su casa y su muerte son verídicas, el resto de la trama, hasta donde sabemos, inventado. Ella decía tener poderes mediumnicos y recordaba o creía recordar ¿quién puede saberlo?, el tiempo que vivió en el s. IV de nuestra era en Alejandría. También recordaba que fue asesinada y descuartizada por una horda de enfurecidos cristianos que aborrecían el paganismo.
Este tipo de apuntes dan colorido a la obra de Hugo Pratt, y por otra parte consiguen aligerarla de elementos excesivamente historicistas que la hacen en ocasiones más densa y menos transitable. Hemos completado la reseña con un chaman siberiano (Corto Maltés en Siberia) y un endemoniado del Asia central (La casa dorada de Samarcanda).
Corot entra en la casa de Hypatia, en "La fábula de Venecia".
Izquierda: Un chamán hace su demostración en "Corto Maltés en Siberia".
Derecha: Un endemoniado en "La casa dorada de Samarcanda".
Curiosamente Pratt con el tema de Mu. nos da un dos por uno. Aúna coetáneamente la Atlántida y Mu (según la versión del coronel Chuchward), que había encontrado la supuesta documentación en unas tablillas facilitadas por unos monjes del Tibet. Sin embargo y en otras versiones del tema (no entramos en la autenticidad de lo que cuentan) los dos continentes eran cosas bastantes distintas: Mu era un continente hundido en el Pacífico hace 40.000 años y la Atlántida (según la tradición platónica), en el Atlántico hace 11.500 años aproximadamente.
Explicaciones de Steiner en "Bajo el signo de Capricornio".
Corto interroga a las estatuas de la isla de Pascua en "Mu".
Este es otro de los medios que utilizaba Pratt para suavizar sus relatos. De vez en cuando introducía un sueño o ensueño que le permitía efectuar un proceso de ralentización. Y eso, en el contexto general de la narración, resulta oxigenante y muy útil.
Algunos son especialmente bellos y ahora lo pueden corroborar. En cuanto a la pesadilla de Tristán Bantam es sencillamente insuperable. Además se la ofrecemos íntegra y con el magnifico color que tenía en la edición de Pala, realizado por M. Gutierrez Chacon, en mi opinión el mejor colorista que ha tenido la obra de Pratt (aunque no todos los que hacen este blog están de acuerdo en este punto).
"Corto se pira" si las codsas van mal en los sueños, la demostración en "La fábula de Vanecia".
Dos bonitos en sueños de "Corto Maltés en Siberia" (edición original italiana) y en "La casa dorada de Samarcanda", después de recibir una paliza.
La extraña pesadilla de Tristán Bantam de "Bajo el digno de Capricornio".
La "borrachera del buzo" de Corto en "Mu".
En la vida real y en sus relatos, a Pratt le gustaba echar un vistacillo al futuro. Decía que sin ello, la vida es como un coche que se conduce mirando solo por el espejo retrovisor. Aquí ponemos algunos ejemplos de cómo se hace, aunque no dejamos de reseñar nuestro profundo escepticismo al respecto.
Izquierda: las brujas pueden ver el futuro de muchas maneras, en una págia independiente de cualquier album.
Derecha: un indio del Amazonas le cuenta su vida a Corto en "Bajo el signo de Capricornio".
Izquierda: El "I Ching" en "Corto Maltés en Siberia".
Derecha: El futuro en los posos del té en "La casa dorada de Samarcanda".
Los fenómenos paranormales aletean de vez en cuando en los relatos de Corto Maltés. Tienen sobre todo presencia en sus citas brasileñas. Incluso, tras ingerir un hongo alucinógeno, Corto y Steiner pueden evitar el inicio de una aventura que hubiera tenido un final desastroso. En algunas ocasiones la línea que separa lo ‘real’ y lo ‘imaginario’ en sus historias es difícil de desbrozar, pero incuestionablemente eso le da un toque misterioso y encanto al conjunto.
Dos ejemplos independientes de "lo paranormal" en "Bajo el signo de Capricornio".
Corto no parece muy convencido de que su cita con la muerte fuera la definitiva en ‘Las Helveticas’, así que pone pies en polvorosa y bebe del cáliz de la inmortalidad. Pratt era consciente de que él no podría hacer lo mismo, también sabía que el marino maltés viviría mucho más que él y por eso mismo decidió hacerle heredero universal de todo lo que tenía, ante la sorpresa, estupor e incredulidad de los parientes y amigos que escuchaban con atención la lectura de su testamento.
Hay con quien no merece la pena discutir, como nos demuestra Corto en "Las Helvéticas".
En el desierto de Dankalia, Hugo Pratt tuvo noticias de que había siete puertas que todo hombre que quiere saber debe enfrentar y superar. También allí aprendió que todas ellas están vigiladas por ángeles terribles, que no dudan en infringir duros castigos a todos aquellos que intentan cruzarlas sin estar convenientemente preparados. Cuando Pratt atravesó la primera, dejo huérfanos a una infinidad de seguidores, siempre ansiosos de leer alguna más de sus historias. Pero no les dejo totalmente solos, ni mucho menos desolados. Entre las páginas de Corto Maltés todavía podemos sentir su presencia y casi le escuchamos decir: ‘…yo tengo posiciones propicias para los sueños y puedo, si quiero, reencontrar por las noches a los que ya no están con nosotros. Mis amigos no mueren jamás...’ ¡Gracias por todo Hugo!
Hola, HORACIO y CHARLES:
ResponderEliminar¡Lindísimo artículo éste!
Así como Robert Stevenson era llamado Tusitala (narrador de cuentos), la esencia de la obra de Pratt lo hace merecedor sobrado del mismo título; Hugo Pratt es un Tusitala con el plus de su dibujo muchas veces poético.
La presentación gráfica de la nota también amerita una mención especial por su calidad.
Felicitaciones y gracias por este trabajo.
Entrada de gran calidad, de gran belleza y de notable profundidad en torno a uno los cómics más maravillosos que existen y existirán.
ResponderEliminarSinceras felicitaciones por estos trabajos de puro genio y de no menor pasión por el mundo de las viñetas.
Un abrazo.
Enorme post sobre esta gran obra llena de magia.
ResponderEliminarSaludos.
ya me estoy acostumbrando a los impresionantes análisis de este Blog pero he de decir que la selección visual de esta entrada es realmente notable.
ResponderEliminarsaludos.
ROTEBOR
ResponderEliminarEstimado Rotebor, por casualidades de la vida "Tusitala" aparecerá a media semana aproximadamente.
Gracias como siempre por tu amabilidad y hasta pronto.
JD
Muchas gracias por tus comentarios, esperamos seguir mereciendo tus amables opiniones.
MO SWEAT
Muchas gracias, Mo.
DEMETRIO
Comentarios como los tuyos nos estimulan para seguir inentándonos superar. Gracias
Realmente fabulosas, documentadas y bien elaboradas todas las entradas de este blog. Serían merecedoras de imprimirse y crear un libro con ellas por tener constancia del trabajo en un medio físico, ya que todos sabemos lo volátil que es internet...
ResponderEliminarCorsariosinrostro
ResponderEliminarTanto Horacio como yo pensamos que el material para una revista deberia ser al 90% nuevo.
Nos lo estamos pensando.
Charles Caum
Caray!...Horacio entre lo de Moebius y Pratt...confirmo lo que siempre pense.....algunos se alejan, nunca se van , solo es deseable el encuentro con ellos en un cuadro de historieta al volver una pagina de un suplemento olvidado en algun banco de plaza.
ResponderEliminarguardo el link como algo especial para recorrer cuando quiero descansar del trabajo como dibujante.
muchas gracias....raúl
Qué maravilla! Una auténtica delicia de entrada. Muchas gracias por currártelo así!!
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