RUMBO AL SUR
El mercado español del cómic es un mercado dependiente y de tiradas raquíticas. Hace poco Moebius manifestaba en una entrevista que le extrañaba que todavía hubiera gente con talento en nuestro país que se dedicase a la historieta, pagándose lo que se paga y tirándose lo que se tira.
Indudablemente la situación reinante ha hecho que los dibujantes de mayor prestigio y nivel hayan comprado un billete para Angulema o San Diego, no ya como una forma de lucro, sino de mera supervivencia. Pues bien, aunque esta ha sido la norma del panorama, hemos tenido excepciones.
Han habido muy pocos editores que hayan logrado producir material digno y pagar precios razonables. Y en contra de lo que muchos dibujantes piensan, el papel del buen editor es fundamental. Él establece los límites, selecciona los autores e intenta obtener la máxima calidad de su trabajo. Este tipo de editor escasea, y es a uno de ellos a quien pensamos dedicar este artículo.
PEDRO TABERNERO Y LA IMAGEN
Pedro Tabernero (al que no tengo el gusto de conocer) ha estado unido a la imagen a lo largo de toda su carrera profesional ¿Qué carrera profesional? La de producir material gráfico de calidad en el territorio de la imagen, el cómic y la ilustración. Un terreno difícil en cualquier lugar y aquí más.
Sin ánimo de equiparación, habían existido en Barcelona y Madrid agencias de producción centradas en el cómic y el portadismo (la más notable ‘Selecciones Ilustradas’, dirigida por Toutain), pero que alguien centrara toda su actividad en el territorio de la imagen, desde luego que no.
Seguramente para la mayor parte del público el nombre de Pedro Tabernero le resulte desconocido. Para refrescar la memoria, digamos que en su haber se encuentra la elección de la mascota más simpática de los eventos de los últimos años en España: El ‘Currito’ de la EXPO-92 (muy lejos del denostado Naranjito).
Todo aquel que este interesado en su obra global debe revisar un libro estupendo, muy difícil de encontrar, que se titula ‘Tras la imagen’. Sirvió de acompañamiento a una magnífica exposición realizada en el ‘Instituto Cervantes de Nueva York’ en el año 2008 y supone un fiel resumen en sus más de 500 páginas de la ingente labor realizada durante todos estos años de trabajo.
Nosotros nos centraremos en este artículo en su producción relacionada con el cómic (que no es, ni mucho menos, la mayoritaria) y empezaremos, como no, con la organización de su primera exposición en Sevilla.
LA EXPOSICION DE SEVILLA (1971)
En el ruedo patrio se estrenó Pedro Tabernero en 1971 con una exposición sobre el cómic actual (de entonces) en el Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla (la primera en España de este tipo) en el periodo final del franquismo, y aunque la cosa terminó mal (la exposición fue suspendida por la autoridad competente) nuestro protagonista además de 2.000 pesetillas (cifra ridícula incluso para la época, pero el doble de lo que le querían dar) consiguió introducirse en el medio y un conocimiento de primera mano de lo que se necesitaba para generar un proyecto profesional.
Como anuncio de la exposición se produjo una de las páginas más increíbles cómic español, en la que intervinieron algunos de los dibujantes más gloriosos del que ha dado este arte en España. El cartel anunciador de Vazquez era igualmente impagable.
Después de experiencia tan traumática (por el poco dinero ganado por un año de trabajo y el cierre adelantado), cualquier otro hubiera arrojado la toalla y se hubiera echado atrás, pero Pedro Tabernero hizo balance y descubrió que había conseguido direcciones y rudimentos fundamentales para su carrera profesional en el mundo del dibujo, el diseño, la ilustración y la imagen.
Comenzó entonces a desarrollar y afinar una serie de cualidades que le resultarían imprescindibles a lo largo de sus muchos años de actividad profesional. Las podemos resumir en tres: Un gusto exquisito que le permitía diferenciar fácilmente el grano de la paja; un trato cordial y educado que le facilitaba la comunicación con artistas o entidades, unido a una constancia berroqueña; y por último, muy buenas relaciones, que le permitirían protagonizar el mecenazgo cultural de importantes sociedades e instituciones, en especial andaluzas. Con todo ello echó a volar, y a toro pasado se puede decir que le ha ido bastante bien.
LA HISTORIA DE ANDALUCIA (1982-1984)
En el momento en que en España todas las Comunidades Autónomas decidieron hacer una adaptación en cómic de su historia, Andalucía no se quedó atrás y la que se realizó estuvo dirigida por nuestro protagonista.
Constaría de tres tomos y tenia más que ver con la ilustración que con el cómic.
El primero fue dibujado por Gonzalez Valcarcel, el segundo por Luis Bermejo y el último por Antonio Hernández Palacios.
RUMBO SUR (1984-1992)
Planteada inicialmente como la revista trimestral del Club Juvenil del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Sevilla, pronto perdió su periodicidad, pero a pesar de ello, llegaría a ser el punto de encuentro de algunos de los principales creadores españoles de cómics de los años ochenta.
En las series con continuidad de la revista, Tabernero tiró de valores seguros como Palacios, Calatayud, Ventura y Nieto, Bielsa, Bermejo o Jan.
Para los experimentos aislados utilizaría nombres como Breccia, Edelmann, Glaser, Antonio Saura, Julio Caro Baroja, Mingote o Daniel Gil, entre muchos otros. ¡Total nada!
A lo largo de nueve años se publicaron ocho números, logrando concluir casi todos los relatos largos iniciados (salvo el de Bermejo/Ortiz).
Tabernero dependía de la financiación de la Caja de Ahorros para llevar su proyecto adelante, así que la periodicidad paso a ser prácticamente anual debido al retraso en las aportaciones económicas. Sin embargo tuvo el pundonor suficiente como para completar el ciclo, cuando lo fácil hubiera sido abandonarlo a su suerte.
Nos han quedado personajes e imágenes extraordinarias, aunque nos da la sensación que el pegamento de la revista nunca llegó a armonizar proyectos demasiado heterogéneos, sobre todo debido a la falta de continuidad en el tiempo.
RELATOS DEL NUEVO MUNDO (1988-1992)
Los años setenta/ochenta produjeron en Francia e Italia colecciones de amplio calado de carácter temático (Historia de Francia, La Biblia, Grandes Descubridores... etc) que agruparon a un gran número de dibujantes y escritores, bajo el asesoramiento y control documental de historiadores especializados.
En España, para conmemorar el 5º Centenario del Descubrimiento de América se pretendió hacer algo parecido. Este proyecto conjunto entre Planeta de Agostini y Sociedad Estatal del Quinto Centenario se llamaría ‘Relatos del Nuevo Mundo’ y sería dirigido ¡como no! por Pedro Tabernero.
Todo el que ha intentado hacer o producir un álbum de cómic conoce las dificultades intrínsecas para llevarlo a cabo. Si lo multiplicamos por 25, las dificultades crecen exponencialmente. La articulación a lo largo de seis años de un equipo de más de cien personas resulta especialmente compleja y con ello tuvo que lidiar nuestro protagonista.
Aunque el resultado fue desigual, no cabe la menor duda de que el proyecto mereció la pena. Toppi, Breccia, Palacios, Calatayud... produjeron obras excepcionales. Otro grupo de autores estarían un poco por debajo de su nivel habitual y por desgracia, un tercer grupo, sencillamente, no daría el nivel que se podía esperar de ellos.
Lógicamente, la selección y el encargo del material no presupone el resultado final, independientemente de la retribución que se recibe por su trabajo (en este caso, debemos aclarar que estaba muy bien pagado).
El resultado agridulce del proyecto impidió su prolongación en otras vertientes que hubiera sido posible explorar. Tabernero quedaría un poco harto de este trabajo y generaría a partir de entonces iniciativas más pequeñas y controlables en sus niveles de calidad.
PALACIOS Y TABERNERO: UN CONTRATO PARA LAS TARDES
Pedro Tabernero siempre consideró a Antonio Hernández Palacios como un dibujante extraordinariamente fiable en los niveles medios de calidad que se podían esperar de su obra. Eso hizo que lo utilizara como un comodín en el terreno gráfico y recurriera a él en numerosas ocasiones, quedando siempre satisfecho de sus aportaciones.
Entre estas podemos destacar ‘Drako de Gades’, ‘La Historia de Andalucia’ (Tomo III), tres álbumes del proyecto de ‘Relatos del Nuevo Mundo’, ‘Tres cuentos maravillosos’, ‘El hombre de las mil imágenes’ etc.
A mediados de los noventa, Tabernero firmó un curioso acuerdo con el dibujante (que ya entonces contaba con 75 años). Palacios estaba acostumbrado a trabajar durante todo el día y dado que los encargos que recibía en aquella época solo le ocupaban la mañana, Tabernero le propuso que la dedicación de la tarde se la concediera a sus proyectos.
Gracias a ese acuerdo se llevarían a cabo dos álbumes de claro contenido histórico (‘Carlos V’ y ‘Felipe II’) y uno de contenido fantástico (‘Los gazules de Sevilla’).
EDICIONES LIMITADAS, OSIVINTO Y EXPOSICIONES ANTOLÓGICAS
Tabernero ha producido muchos proyectos que se encontraban a medio camino entre el cómic, el grafismo y la ilustración. Con la revista Osivinto decidió dar una nueva vuelta de tuerca en este sentido. Buena parte de los autores escogidos para ella eran perfectamente reconocidos por su labor en el cómic, aunque igualmente eficientes en otros terrenos.
Una pequeña lista nos da una idea al respecto: Toppi, Bielsa, Longaron, Palacios, Beroy, Bermejo, Max, Breccia (padre e hijo) y otros muchos.
Igualmente Pedro Tabernero ha colaborado en eventos relativos a exposiciones u homenajes relacionados con los dibujantes de cómic. Cabe reseñar el de CALATAYUD (Sevilla-1990) y PALACIOS en la Palma del Condado (Huelva-1998)
RESUMEN
Si tenemos en cuenta que su labor profesional en el cómic no es más que una parte minoritaria de su labor profesional global, pocos editores pueden presentar una hoja de servicios parecida a la de Pedro Tabernero en relación a proyectos interesantes y razonablemente bien pagados.
El problema de los editores es uno de los que atenaza a la industria editorial en España y Pedro Tabernero nos ha demostrado a lo largo de los años que se puede editar bien sin necesidad de bajar el liston de la calidad. En cuanto a las tiradas, da la sensacion que es dificil salir de los ejemplares de rigor.
Lamentablemente no se prodiga últimamente en la medida que nos gustaría. Nosotros en esta entrada solo hemos querido rendirle un somero homenaje e instarle a que se siga prodigando .
Hemos querido poner un ejemplo del buen hacer de Pedro Tabernero a la hora de producir material original. Para ello hemos escogido el número 2 de RUMBO SUR que consideramos una de las mejores revistas de cómic que hemos tenido en nuestro país. Pueden comprobarlo.
CHT 240 PÁGINAS DE COMIC EN SU MAS ALTA EXPRESIÓN
4 NÚMEROS PUBLICADOS